Apreciar el océano y la diversidad de vidas que en el habitan es un acto de elevación esparcimiento y recreación sana pocas veces podríamos contemplar tanta belleza junta de una sola mirada aunque sepamos que en su inmensidad y esplendor suelan existir terribles peligros que conforman la naturaleza de este habitad marino un escenario en el que la vida es condicionada por leyes de supervivencia y en el cual presas y depredadores convergen en un espacio de progreso sostenibilidad y equilibrio natural viéndolo así nuestra sociedad seria también una especie de océano con leyes aciertos desventuras alegrías e innumerables sufrimientos que en fin constituyen un oasis de acontecimientos necesarios en la evolución de nuestra especie y es aquí donde vida y muerte coinciden en este océano terrenal en el que como peces nadamos en circunstancias grupales y en la espera de oportunidades que nos acerquen a nuestro grado de confort o felicidad ideal y además nos alejen de los peligros que persisten en la interacción con la naturaleza que nos provoca nadar en la incertidumbre el peligro y la necesidad de depredar contra la propia especie humana situación que aunque se presenta en especies marinas nunca ocurriría con la regularidad con que lo hacemos nosotros quienes regularmente accionamos también contra otras criaturas en este caso con fines alimentarios entre otras motivaciones nadando por un océano de interpretaciones que implican la comprensión de nuestra propia existencia somos como los peces que pudiéramos ser o no capturados por las circunstancias el azar la buena o mala fortuna lo que sería en este caso el denominador común para sortearnos el porvenir en cuanto a probabilidades correspondan a pesar de ser una raza consciente e inteligente no cabe duda que somos criaturas que nos debatimos entre lo bueno y lo malo y es cierto que existen miles de ejemplos en los que increíblemente solemos ser, … como peces en el agua…
Escrito por pedroernesto